La pulverizadora fue diseñada específicamente para su uso en superficies planas para el tratamiento de los olivos con la mezcla de Burdeos, sustituyendo a las pesadas pulverizadoras que se llevaban a la espalda.
La mezcla de Burdeos es uno de los primeros productos a base de cobre introducidos en la agricultura. El efecto fungicida de esta mezcla, descubierto en 1885 por A. Millardet, es particularmente eficaz en la lucha contra las enfermedades de los árboles frutales y es apta también para su uso en la agricultura ecológica. La mezcla de Burdeos sigue utilizándose hoy en día para la protección de los olivos.
La mezcla recibe el nombre de "caldo" porque está compuesta por sulfato de cobre, con un pH ácido, y hidróxido de calcio, con un pH alcalino.