Junto a esta se expone una prensa hidráulica de acero, que simboliza un avance en la tecnología de prensado. Esta prensa funcionaba según el mismo principio que la de madera, pero ofrecía una mayor eficiencia y durabilidad con el paso del tiempo. Los fiscoli, sacos hechos de fibras vegetales, se llenaban con pasta de aceituna y posteriormente se prensaban para obtener el aceite.
Sin embargo, el contacto entre la pasta de aceituna y los fiscoli no permitía alcanzar la calidad que se logra con las modernas instalaciones de extracción. Hoy en día, los decantadores centrífugos de acero inoxidable garantizan un proceso de extracción más higiénico y preciso, preservando de manera óptima las propiedades organolépticas del aceite de oliva.